DRENAR EL CUERPO, por José F. Moratiel
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Cuando hay intoxicación necesito un drenaje. Drenar un cuerpo no es tarea de un solo día. Hay que soltar todo para recuperar la salud. Mis impurezas las puedo dejar en mi silencio. Tengo que recobrar la vida aunque las horas de silencio sean duras. Pero alcanzar la raíz es bueno. Todo ha de salir en el camino del silencio. Quedarse en carne viva duele. El dolor purifica. El drenaje limpia.
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El otoño se parece a nosotros. Es arrasador. No perdona nada. Todo se cae. Ingresa en un periodo de muerte, pero es una estación buena. El árbol se deja ver. No es de muerte sino de vida. Ingresa en el invierno y este luego se alarga hasta la primavera. Se gesta, se fermenta. El silencio puede ser un otoño donde todo se cae. Son horas de vida también porque cuando me purifico, mi salud se recobra y yo me siento de manera distinta.
José F. Moratiel
Fuente: Minutos de Silencio, Editorial San Pablo, 2013.
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