Y EL CIELO HABITARÁ EN NUESTRA TIERRA, por José Fernández Moratiel
A veces los humanos hemos visto el cielo y la tierra como dos opuestos, como dos hostilidades, dos enemigos, pero en realidad el cielo y la tierra están reconciliados.
Jesús es la gran reconciliación del cielo y de la tierra, en Él está todo el cielo y en Él está toda la tierra.
Somos de la tierra y somos del cielo. Cada respiración es como el abrazo que el cielo da a la tierra que eres tú. Déjate, sencillamente, besar y abrazar por el cielo. Tú también eres la reconciliación del cielo y la tierra.
Todo el cielo habita en tu corazón, todo el Paraíso mora en tu corazón. ¿Qué otra cosa puedes soñar?
Es Jesús, es todo lo divino lo que habita en ti, lo que mora en ti. Él ha querido hacer de ti su morada.
Y el cielo habitará en nuestra tierra.
Nuestra verdad no es sólo lo terrestre, no es sólo nuestra fragilidad, nuestras fracturas, nuestras limitaciones, nuestra verdad es la presencia y la morada del cielo.
Un silencio en el que te vuelves morada, un silencio en el que no buscas ni deseas otra cosa que a Dios. Un silencio en el que se busca a Dios por sí mismo. Déjate sencillamente habitar por Él.
Deja que en el silencio salga el cielo de lo más profundo de tu ser. Allí está el Paraíso.
Fr. José Fernández Moratiel. O.P.
Cortesía de Lola Montes
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