VIDA CONTEMPLATIVA, por Thomas Merton
«Una de las leyes más extrañas de la vida contemplativa es que en ella no nos sentamos y resolvemos nuestros problemas, sino que los soportamos hasta que se resuelven por sí solos de algún modo. O hasta que la vida se encarga de resolvérnoslos. Normalmente la solución consiste en descubrir que sólo existían en la medida en que se relacionaban por completo con nuestro ilusorio yo exterior. La solución de la mayoría de problemas de este tipo surge al disolverse este falso yo. Y por tanto otra ley de la vida contemplativa es que si la emprendemos con el propósito de alcanzar la contemplación o, peor aun, la felicidad, no alcanzaremos ni una ni otra, ya que no las obtendremos hasta que renunciemos a ellas. Lo cual significa de nuevo renunciar al yo ilusorio que busca ser feliz y encontrar la plenitud (sea lo que sea que esto signifique) en la contemplación. Ya que el yo contemplativo y espiritual, el yo latente, misterioso y oculto, que siempre está cubierto por la actividad de nuestro yo exterior, no busca encontrar plenitud, sino que le basta con SER, y en ese estado alcanza la plenitud, porque está arraigado en Dios».
Thomas Merton
«La experiencia interior»
ONIRO, 2004.
Fuente: AMIGOS DE THOMAS MERTON.
Deja una respuesta