EL ELEFANTE, por Rumí
photo credit: h.koppdelaney
Un grupo de hombres de la India nunca habían visto un elefante.
El elefante era exhibido en ciudades y pueblos, y un día quedó arrinconado en el establo de un lugar donde nadie había visto jamás un animal de su aspecto. Cuatro curiosos que se enteraron de la existencia de aquella maravilla decidieron verla antes que los demás.
Era ya de noche y no había luz en el establo; en completa oscuridad se acercaron al animal y empezaron a palparlo.
Uno, al tocarle la trompa, se imaginó al elefante como una manguera; el segundo le tocó la oreja y lo describió como un abanico; el tercero, tocándole una pata, creyó que era una columna; el cuarto le tocó el lomo y pensó que era una especie de trono.
Ninguno tuvo una idea completa de lo que es un elefante. Todo lo que dijeron sobre el elefante era falso en cuanto a su definición, pero hay que admitir que quienes le tocaron efectivamente se encontraron con el animal mismo.
Moulana añade: “Si hubieran tenido una vela en la mano, no habría habido tanta diferencia de opinión entre ellos”.
Rumí, místico sufí.
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